
(Sueño que tuvo la protagonista de este blog, la antiheroína por excelencia. Los nombres han sido omitidos para preservar la identidad de los involucrados)
Iba a un cumpleaños en una casa a la que siempre voy en sueños. Siempre, en algún momento, sueño con ese departamento. Es un piso, en realidad. Por el pasillo accedés a un cuarto donde abrís la puerta y subís escaleras de madera cual albañil para entrar. No hay otra forma. Es como una cucheta gigante. Porque el mismo cuarto tiene dos pisos y hay recovecos donde siempre soñé que estaba vacío. Está construido con la misma madera de la escalera. El interior es eso, una gran estructura de madera vieja. Como los entrepisos de los establos de las películas.
Íbamos al cumple que no sé de quién era, creo que de Mechi, mi compañera de facultad. Mientras estábamos en el living conversando con una Señora que hace las veces de madre, llegan (...) -a quien llamaré SUJETO UNO y (...) a quien llamaré SUJETO DOS. Mi amiga se ponía a hablar con sujeto uno que le pasaba discos, miles de discos. Sujeto DOS venía y me daba la mano, se quedaba sentado al lado mío todo el tiempo. Hablábamos bajo para que nadie nos escuchara y nadie supiera que estábamos flirteando.
Cuando empezaban a llegar todos los amigos, nos íbamos con Sujeto Dos al pasillo y nos besábamos. Pero para entonces, él no tenía su cabeza. No tenía más que el cuello de donde asomaba una especie de espina dorsal que yo calculo serían las cervicales. Lo besaba ahí (era de plástico, como el conducto de la fibra óptica) porque por ahí salía una lengua. Y no me daba asco. El tipo hablaba, no sé por donde, no? Y me pedía perdón porque no tenía una boca como todos los seres. A mi no me importaba y nos besabamos igual. A el le daba pudor que la gente lo mirara decapitado y con su fibra óptica al aire libre y yo lo llevaba al cuarto que describí antes. Abríamos la puerta, subíamos la escalera y estaban otras amigas de la facultad. A sujeto dos de repente le aparecía la cabeza y el cuarto no era de madera como todas las veces que lo sueño, sino que tenia un colchon enorme que abarcaba todo el piso y unos almohadones en ese entrepiso del que hablé más arriba, un tele, todo amueblado. Yo en el sueño no me sorprendía. Ahora que lo pienso despierta sí, porque siempre sueño con ese cuarto de ese piso, de esa casa que no sé de quién es ,y siempre es horrible y lo uso como escondite cuando me persiguen, bla. Siguiendo con el relato, me ponía contenta porque ya no me tenía que agachar para besarlo. Si no que había vuelto a la normalidad. Nos quedábamos ahi, los dos mucho rato. Hasta que golpeaban la puerta y nos venían a buscar para que nos fuéramos. Nos volvíamos en el auto de un amigo. Era rojo, sólo para dos personas. No tenía baúl, era recto atrás. Pero en el techo tenía una estructura de vidrio y metal como de cinco metros donde él llevaba sus papeles, una alfombra, una cómoda, bla. A una amiga y a mí nos tocaba ir ahí. Antes de subir, inivitaba a Sujeto dos a volver con nos pero él tenía que irse con Sujeto Uno y los padres de éste (que no tengo la menor idea por qué estaban allí). Desde la estructura del auto lo veía subirse a un autito de juguete. Me saludaba desde adentro. Fin del sueño.
Eso es todo.
3 comentarios:
Me encanto
A veces sueño cosas por el estilo. Hoy no estoy tan pilas como ayer
Vos?
Yo estoy bien. Ya planée estudiar Medieval desde mañana/pasado hasta mi cumpleaños. Nada podría ser mejor (sarcasmo). Y nada, tomar un poco las riendas de mi vida "profesional". La emotiva/afectiva se va al pozo sola sin que yo mueva un dedo para boicotearme.
Yo quiero tomar las riendas pero no las encuentro (sarcasmo) Tu vida profesional tiene mucho futuro, ojo!
Y la otra fijate, por ahi abajo en el pozo hay alguien que esta en la misma. Me voy a dormir, por que me dieron ganas de tomar vino, mejor me duermo
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