jueves, 29 de abril de 2010

Corazón Piñata'

 
"Me persiguen años de fatiga muscular
y si bombeara hasta el final explotaría y quedaría hecho astillas.
Golpe a golpe se va deformando la que creo 
es la manera de acercarme hacia el amor 
que no es moldeable como arcilla.
Mi corazón cascó".













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'Corazón Piñata - Pelopincho

miércoles, 28 de abril de 2010

Letting Up Despite Great Faults





Veo la portada de este cd y escucho la banda y me da mucha nostalgia...
No de chape, si no de cariño.
Quiero CA-RI-ÑO.
Doy asco. Me hago cargo.

sábado, 24 de abril de 2010

Especial BA


Día uno – La provinciana en la gran ciudad

Si tanto escriben de esta ciudad algo tiene que tener. Supongo que está al bajar del colectivo, en las paradas,en los cafés con WIFI, el subte. Lejos estoy del romanticismo literario como escuela. Cerca estoy del sentimentalismo como estado emocional. Camino y pienso en por qué no puedo dejar de retener detalles para contarte o en cómo busco el libro del que hablamos (y no tenés) para llevarte. Para acercarte una ciudad y mi cuerpo contaminado. ¿Para qué? Hay una relación negativa entre los regalos que pensé hacerte y las situaciones que iban en paralelo (y yo no veía). Entonces me contengo y no te llevo nada. Me retengo en una calle y no en un gesto, me quiero quedar en el concreto y no en intangible de mi pensamiento, de nuestra ventana de MSN, de un vinculo que no existe, en lo que no puedo mutar.
María José, Andrés y yo, bajamos del colectivo. Trasladamos nuestros cuerpos hasta acá para hacer reales esas ventanas de mails, de MSN de la “corresponsalías en BA”, para no dejar que el vínculo revista- corresponsal se diluya en miles de bits e infinitas combinaciones binarias.
Vuelvo a pensar en vos. Viviendo en la misma ciudad, habiéndonos convertido en bits el uno para el otro, no queriendo sostener nada o queriéndolo hacer virtual. ¿Y para qué me sirve? Para cuando tengo que responderme esa pregunta me encuentro con un pensamiento positivo (positivA, sí). Pienso que al menos tengo eso y no es poco. Tampoco mucho. Corro el riesgo de que pienses que soy de bits y que todas las partes de mi cuerpo puedan regenerarse ante tu daño. Cuando no es así. No soy “Simulation one”. Y eso te da la impunidad de acción de no tener que lidiar con un cuerpo roto, si no con un archivo dañado. En mi calidad de archivo dañado, aún en esa condición, estoy considerándome demasiado en tu vida (mediatizada por pantallas).
Vuelvo a la Ciudad en la que estoy ahora. Una geografía tan nueva en la que tengo la seguridad de NO encontrarte.
Vos allá lejos. nosotros acá aprendiendo las combinaciones de subtes y colectivos. Vamos de retiro a Parque Patricios, de ahí a Villa Urquiza para asentarnos- Llegamos, nos acomodamos, nos bañamos. Pienso que el agua me quita todo vestigio de Córdoba, de ESA Córdoba en la que vos estas y yo no (PERO NO LO NOTÁS). Salimos, nueva combinación a Alto Palermo. Compus que andan, que no, que se quedan sin batería y en el medio el diálogo. La interacción que acorta las distancias entre Majo, Andrés y yo. Mis compañeros de trabajo e incipientes amigos. Nos reímos de nosotros, del resto, de todo lo que esta Ciudad tiene para ofrecernos (mas no entendemos).
Salimos del café de noche a seguir conociendo gente, nuevos personajes. Caminamos, llegamos a la rural, entramos a la GRAN feria. Mi cuerpo ingresa, vos también, etéreo pero lo hacés. Al menos TU versión del archivo que me traje en mi disco rígido personal/mental. Ves los stands, los libros que te llevaría si no fuera que aunque vivimos en la misma urbe, nos comportamos como archivos de PC que en cualquier momento pueden ser arrastrados a la papelera de reciclaje y dejar de existir. La náusea de sentirme prescindible en tu memoria RAM. Sin embargo soy de carne con un espiritu deficiente.
El colectivo que tomamos para regresar al hogar provisorio es real, las calles de concreto también y el viento que me pega en el rostro al descubierto me da la pauta que todavía no me convertí en infinitas combinaciones de ceros y unos. ¡QUE PESAR! No sólo tengo que lidiar con existencias concretas y materiales sino con virtuales. Ese plano en el que vos y yo somos “reales 2.0”, nos reímos, dialogamos y compartimos más que cuando estabas a centímetros de distancia. ¡Ay, sí! Que evidente soy. Es que soy de carne y necesito realidad de esa en esta dimensión cotidiana en la que no sos más que un estado de MSN. Pienso. En el pensar llega la hora de cenar para seguir siendo materia (finita). Comemos, charlamos, mañana es un día nuevo (u hoy).

YO- ¿Es este el final?
Sra a mi lado en el subte- No. Falta una estación más.

Suerte. Siempre me/nos queda una estación más.
(FIN DEL PRIMER DÍA)


Día dos: “Todo esto y todavía más”
Todo el día tratando de robar WIFI ¿Por qué las relaciones humanas dependen de algo tan falible como una red? Y de ser así, vos y yo estamos más modernos que en cuatro vidas juntas. A vos te hablo. Que nunca entrás acá porque te da paja (y supongo que pavor reconocerte). A vos te mandaría sms y zumbidos todo el tiempo. Te leería poesía de la que me gusta hasta quedar más al descubierto que AHORA. QUE NO ME ESTAS LEYENDO.
SOY UN SER HUMANO. Aunque lo niegue y pretenda vivir una tecnologización del organismo NO SOY UN CYBORG NI UNA aplicación del nuevo Windows.
Quiero escribir y no sé qué. Las palabras me iban a construir un puente hasta allá, una combinación de líneas para acercarme donde estuvieras... Claro, nunca consideré la posibilidad de una nueva decepción. Casi como encontrar una red sin clave para conectarme y volver a la geografía cordobesa. Acercarme a vos o conectar mi PC al WIFI del McDonald de Alto Palermo, arroja el mismo resultado: “wireless connection... configurar la interfaz”.
A ver decime, si le pago a un técnico ¿Te decodifico la antena?

Anexo:
Anduvimos en subte con los chicos, conocimos a Pamela, cerramos la convocatoria, no encontré al vendedor de las Guías T. Pero el resto espera el mañana, eso también. Como yo en este depto de Villa Urquiza, escribiendo a media luz para conservar cosas que no puedo de otra forma. El recuerdo, la ciudad fantástica, el bar abierto TODA la noche, TODAS las noches. Ay, odio parecerme a un argento medio el que lejos del hogar hace lo IMPOSIBLE por un asado patriota pero ni prueba el menú de las nuevas latitudes.
Mi metáfora fue tan berreta que no me queda otra que despedirme hasta mañana.

lunes, 19 de abril de 2010

i morti vivi


Iba solo,  con las luces de la Cañada en la espalda y me morí de amor. 
No lo saludé porque no tenía sentido correrlo y ser tan densa, sólo lo presencié como siempre. 
Lo vi alejarse de atrás.
Como cuando me quedaba mirándolo moverse.
Se me parte el corazón de bits y quisiera que no se regenerara.
La única forma de que esas cosas no me duelan es perdiendo el órgano responsable.
El corazón en este caso.


Las ausencias no duelen cuando estoy todo el día frente a la PC trabajando. Las ausencias duelen más cuando se hace visible en un DISPONIBLE en msn o cambia 350 veces de estado en media hora. Cuando miro desde la penumbra que debe estar esperando el ingreso de alguien en especial. No el mío.
La distancia me duele los viernes a la noche. Y los sábados más. Me duele cuando paro el taxi y le doy la dirección de mi casa. Me duele cuando me doy cuenta que demoré horas pensando qué ponerme y cómo peinarme para pasarme toda la noche fumando en un patio, tomando cerveza mala, anulando mi cerebro y conteniéndome las manos. Me duele cuando apenas unas horas me separan del domingo y no tengo de dónde agarrarme para frenar la secuencia de los días sin nadie. 
Me convenzo de que no voy a buscarle más porque ya no existe. Que tengo que salirme de una escena que nunca me tuvo de protagonista y sin embargo, vuelvo. Porque soy un muerto vivo, uno BIEN muerto, queriendo recuperar una existencia que esta altura da pena y es patética.
Ya no sé qué hacer para llamarle la atención.O para que la distancia me deje de generar un daño.

miércoles, 7 de abril de 2010

No me importa sentir

 Tan solo e inseguro que es frágil y tierno. Su soledad/introspección se expresa en sus actos, gestos, extremidades, palabras y ausencias. Tal vez no lo sabe, o no le importe, pero esa es la causa de mi pesar. Muero cuando se desplaza, gesticula, interactúa con otros. Me desintegro al darme vuelta y verlo lejos, muy lejos. Me desgarro en sus esperas de las que no soy objeto. Grito en silencio por dentro creyéndome que algún día verá este cuerpo y querrá buscarme. Lloro en secreto y escribo para que su figura deje de importarme. Quiero estrechar su languidez pero muero en la desesperación que me posee y me vació.
(septiembre)











Intentos muy viejos por retratarlo y exorcisar(me). Cuando todo eso me dolía mucho.